Av. Sabattini 315 - Valle Hermoso Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Lun-Dom 10 a 18hs

Escultura San Antonio de Padua

San Antonio

Un símbolo de fe, identidad y bienvenida en Valle Hermoso

Ubicada estratégicamente en uno de los accesos principales a la localidad, la Escultura de San Antonio de Padua se ha convertido en uno de los íconos más representativos de Valle Hermoso. Con una altura total de 18 metros, esta majestuosa obra rinde homenaje al santo patrono del pueblo y ofrece a vecinos y visitantes un espacio de encuentro espiritual y contemplación.

La escultura fue inaugurada en el año 2015, durante la gestión del entonces intendente Jorge Caserio, y fue realizada por el reconocido escultor Livio Vicente Martínez. Gracias a su tamaño y su ubicación visible desde distintos puntos de la zona, es considerada una de las esculturas más grandes dedicadas a San Antonio en todo el país.

Además de su valor artístico y religioso, la obra destaca por su accesibilidad. Cuenta con un sistema de rampas de 19 metros de longitud, lo que permite el acceso cómodo y seguro para personas con movilidad reducida, convirtiéndola en un atractivo turístico inclusivo y pensado para todos.

La escultura forma parte del Circuito Religioso de Valle Hermoso, una propuesta impulsada por el municipio que incluye visitas a espacios como la Capilla San Antonio, la Capilla San José Obrero – Cristo del Río, y la gruta de la Virgen de Fátima, entre otros. Este recorrido se activa especialmente durante fechas significativas como Semana Santa y las vacaciones de invierno, brindando a turistas una experiencia espiritual en contacto con la naturaleza y la historia local.

La Escultura de San Antonio de Padua no solo embellece el paisaje urbano, sino que también representa el espíritu de fe y comunidad que caracteriza a Valle Hermoso. Es un punto de referencia obligado para quienes llegan a la localidad, un símbolo que da la bienvenida con los brazos abiertos y recuerda la riqueza cultural y espiritual del lugar.